La Palma Pastissers abre su primera tienda en la Creu de Barberà en el año 1952 teniendo como fundador a Conrado Sanfeliu.
En esos tiempos tan difíciles de posguerra, Conrado empezó vendiendo a demanda botes de pintura entre semana para poder mantener a su familia. Tan sólo los fines de semana, y por amor a la pastelería, podía vender algún que otro pastel.
Sin embargo, poco a poco y a base de mucho trabajo y un gran amor por los productos de calidad (la buena harina, los huevos y la leche fresca…) el negocio fue creciendo cada vez más. Ello le permitió elaborar deliciosas creaciones que todavía puedes probar hoy día en nuestros establecimientos.